miércoles, 11 de enero de 2012

Ya no escribo.
La ciudad parce haberme derrotado
Entre rutinas, prisas y días de lluvia.

Ya no escribo.
El tiempo vuelve
A ser mi peor enemigo.

Ya no escribo
Versos que curen la cicatriz
De las heridas del alma.

Ya no escribo.
Pero arrojo versos cada mañana
En cada calle que cruzo
Ante cada rostro que me mira.

Con el tiempo
He dejado de buscar
El verso eterno,
La palabra adecuada,
La rima perfecta.

La poesía no es ya
La terapia contra el imprevisto
Contra los días grises.

La poesía es la forma de vida,
La actitud ante cada escalada,
Ante cada batalla.

Puede que ya no escriba versos,
Pero los siento a cada momento
Recordándome que sigo vivo
Y que hay una última frontera

Fantasmas

A veces me siento como Edmond Dantés, mirando a los ojos a los fantasmas del pasado, preguntándome si me reconocerán