miércoles, 30 de septiembre de 2009

Semilla en tierra

Porque la vida quema, duele... y la música nos hace perdonar, recordar, ser, estar, pensar, e incluso nos ayuda a tomar decisiones



miércoles, 16 de septiembre de 2009

Disertaciones sobre la guerra II

"Porque Dios sabe cuántas gentes ahora saludables tendrán que verter su sangre en apoyo de aquello a que vuestra eminencia nos impulse. Así, poned atención en la manera como comprometéis nuestra persona, cómo despertáis la durmiente espada de la guerra"

(William Shakespeare, Enrique V)

"La libertad nos permite escoger, pero no nos dice qué elección es la mejor. De hecho, nuestra libertad inteligente ha inventado la música de cámara y la cámara de gas, los placeres estéticos y los horrores de la guerra"

(José Ramón Ayllón)

"La guerra es un asunto serio; da miedo pensar que los hombres pueden emprenderla sin dedicar la reflexión que requiere"

(Sun Tzu, El arte de la guerra)

martes, 15 de septiembre de 2009

Disertaciones sobre la guerra



Cementerio alemán en Normandía



cañón antibuque, playa Omaha



La playa Omaha, hoy



Un cementerio americano en Normandía

Los Héroes

Resido en una región donde los héroes
suelen morir de lumbre y osadía
pero de todos modos esplenden fulgen
siguen reverberando
existen en los ojos de los niños
y desde las grandes vallas comparecen
transforman
aprueban
acompañan


en mi lejano país en cambio
los héroes
que también los hay
no pueden ser nombrados en voz alta
ni abrazados por una bandera
ni siquiera aludidos por el llanto
sencillamente no han sido autorizados
a existir como cadáveres
y menos aún
como cadáveres reverberantes


ah pero ¿quién podrá evitar
que desde su inexpugnable clandestinidad
esos muertos ilegales
conspiren?


(Mario Benedetti)

lunes, 14 de septiembre de 2009

Homo homini lupus

Hace tiempo que me planteo cómo fueron nuestros orígenes, si ya entre esos primeros homos ya había desconfianza, competitividad, supervivencia.

Probablemente competían por sobrevivir. Pero la pregunta es, ¿eran tan egoístas? ¿Se miraban con recelo?, sin fiarse entre ellos.

Realmente es curioso lo crueles que somos contra nosotros mismos. Hace tiempo que miro con estupor (cada día más) el comportamiento humano. No soy experto en psicología social, pero basta pasarse por un aeropuerto, por un anden de metro, por la entrada de un concierto.

Puedo uno ver cómo actuamos, cómo nos empujamos, cómo competimos, nos despellejamos por conseguir un buen sitio, entrar primeros, etc.

Este fin de semana he vuelto a ver esa malicie, esa desvergüenza. Esa crueldad. Basta con ir en una compañía low cost, y ver cómo se dan codazos por entrar los primeros, o incluso intentar entrar antes que el vecino.

Uno se plantea que pasará cuando deje de ser entrar el primero en el avión o coger el mejor sitio en el cine, y se trate de sobrevivir, de conseguir los últimos víveres, de encontrar refugio.

Me temo, amigos, que habrá muerte y destrucción, que el ser humano sacará lo peor de sí mismo (o simplemente será de nuevo el animal que es).

Auguro un mal futuro a esta raza, el día que dejemos de vivir en la calidez y bienestar de este Estado social y democrático de Derecho y volvamos a la jungla, a la lucha por la supervivencia.

De nuevo, se caerá la piel del hombre, y será lobo. Lobo contra lobo, luchando sin piedad.
Ay de los corderitos, que se mezclen en su lucha

jueves, 10 de septiembre de 2009

Más de cien mentiras

Un último descubrimiento del bueno de Sabina. El montaje, en fin, es el montaje de un tío que estaba aburrido, pero la canción es muy buena. Poesía sabinera, de las que algunos disfrutamos.

Pasadlo bien.




Por cierto, gracias por los comentarios, y por los que no comentáis aquí, pero sé que me leéis y a me felicitáis por lo escrito, y me echáis la bronca por no escribir.

Y el anónimo que tanto comenta, muchas gracias. No estoy muy seguro de quién eres, si es que te conozco. Si te animas, puedes escribirme a hermes.protector@gmail.com, y así podré saber de quien tengo el honor de recibir comentarios. Tengo a veces alguna sospecha, pero no mucha idea. Pero puede que simplemente quieras seguir siendo anónimo, quien sabe.

A todos los que léeis, gracias. A los que comentáis, doble gracias.

Cuídense!

miércoles, 9 de septiembre de 2009

El guerrero de la luz escoge a sus enemigos

"Él sabe de lo que es capaz; no necesita andar por el mundo contando sus cualidades y virtudes. Sin embargo, a cada momento aparece alguien queriendo probar que es mejor que él.

Para el guerrero, no existe "mejor" o "peor"; cada uno tiene los dones necesarios para su camino individual"

(P. Coelho, Manual del guerrero de la luz)

los planes

"Los planes nunca sobreviven al contacto con el enemigo", dice un amigo, que dice una máxima prusiana. Sea prusiana o rusa, o romana, es real.

No hay plan que no haya sucumbido al contacto con el enemigo, que es uno mismo, o la realidad.

Elaboramos pronósticos, afirmamos lo que haremos si nos dan esto, si ella nos dice tal, si un amigo nos hace cual, si nos toca la loteria.

Pero todo cambia cuando nos enfrentamos a nuestro mayor enemigo, es decir, nosotros mismos, o lo que que fuimos, o lo que somos, o los que lucha por ser.

Quizás los planes sólo están para eso, para incumplirlos. Para recordar que la vida tiene una poderosa capacidad de sorprendernos, y nosotros, después de todo, de adaptarnos o improvisar, llámelo usted como quiera.

las perchas robadas

- Antes había un montón de perchas en este vestuario. ¿Qué ha pasado con ellas?
- Pues no lo sé. Hace poco compramos, pero ahora cuesta encontrarlas. Otra persona me ha preguntado por ellas.
- Y, ¿qué ha pasado, entonces?
-Pues la gente debe llevárselas, sino no tiene explicación alguna.
-¿y para qué quiera la gente llevarse una percha?
- Eso me preguntó la otra persona.

Regreso

He vuelto, ya iba siendo hora. A escribir, me refiero. Por estas calles ya estoy hace un tiempo. Unas tres obras han debido comenzar por mi barrio desde que regresé.

A escribir he vuelto, o debería. La terapia me hace falta.

El verano pasó. O está terminando. Traigo la mochila de imágenes y recuerdos. He pisado lugares de encanto, y de muerte, para que negarlo. He disfrutado, me he relajado, y algo he leído.

He reflexionado, como si de una costumbre se tratara. He cerrado puertas, he entreabierto otras, he olvida el resto.

Encontré algunas respuestas. Me crecieron las preguntas. Ahora toca encontrarme a mí mismo, y si eso, resolver algún enigma, o arrancarme verdades.

El verano marca un año. De mis múltiples caídas, de mis triunfos, de lo aprendido en 9 meses, en una ciudad sin empedrar, de lo crecido en dos meses sin andar.

He regresado, vuelvo. La vuelta al cole.

Me he acostumbrado a no cesar de hacerme preguntas. Uno coge cada vicio...