lunes, 7 de mayo de 2007

A propósito de Pippin

Hace unos días, los que me conocen se enteraron de la noticia: el que ha sido fiel compañero de viaje, soledades, resacas, y batallitas; el bueno de Pippin, con su carácter, su cariño, su paz interior, se fue. Con la tranquilidad que le caracterizó para conmigo, sin molestar ni hacer ruido, cayó en el plácido sueño eterno. Esto es un homenaje a esos simpáticos amigos, animalillos que forman parte de nuestras vidas. Porque lo que caracteriza al ser humano es su capacidad relacional de integrar en su vida a estos seres, y a otros tantos, a veces más racionales, a los que confiamos tantas cosas...
Este homenaje trasciende a Pippin, y a los de su clase para llegar, a propósito de él, a todos los compañeros de viaje, aventuras y anécdotas que he tenido, que tengo y conservaré, y a los que estás por llegar.

Gracias por estar ahí.

"él jamás olvida a sus amigos, porque la sangre de ellos se mezcló con la suya en el campo de batalla" (Paulo Coleho, Manual del Guerrero de la Luz)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pobre Pipin. Siempre estará en nuestros corazones.