Gentes que luchan a mano desnuda por sobrevivir. Sin lamentos. Con miradas serenas, estoicas.
Cuando los túneles se angostan, fríos y oscuros. Y nos piden ayuda. "Apóyanos, amigo". Intentas enfrentarte a tus debilidades, serenarte. No les sirves llorando junto a ellos sino entendiéndoles, ofreciéndoles tus capacidades. La gente sobrevive con tan poco, que no precisan sino tu luz y esperanza.
No juegan en la misma liga, no te enfrentas a sus mismos miedos. No vives entre esteras, en la soledad de una mujer maltratada, de un anciano al que la burocracia le niega le pensión. Tantas injusticias que buscan una salida.
Escucharles, entenderles, explicarles las vías de solucionar, de mitigar algo sus oscuridades.
No llegaremos a comprender su dia a dia, pero una mano tendida, creer que vale la pena tanta lucha.
Sus manos desgarradas, desnudas, sus problemas, su pobreza. Un túnel en el que no scaminamos, pero al que nos asomamos, y podemos transmitir algo de nuestra luz.
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