domingo, 3 de febrero de 2008

El Tiempo, entre enemigo y aliado

Seguiré creyendo que el tiempo es siempre nuestro peor enemigo. Él es el único que ha podido hundir imperios y colosales monumentos, es el único capaz de derrotar a los más poderosos de la tierra, y lamentablemente nos hace ¡tan frágiles!.
Pero el tiempo también nos trae las esencias de lo que somos. Nos recuerda nuestras derrotas, pero nos mantiene en la esperanza de los triunfos pasados. El tiempo coloca cada cosa en su lugar, incluso nuestros miedos y dudas, infundados resquicios de nuestras debilidades.
El tiempo, su existencia y nuestra consciencia, nos trae el aroma de la confianza en nosotros mismos, y en la certeza de que todo pasará: los éxitos, y las derrotas.
Tener confianza en uno mismo, por la certeza de que el tiempo ha dado prueba de nuestras capacidades, de nuestas alegrías. No somos unos niños que con mirada dulce y tierna se enfrentan a la primera batalla, al primer desafío. Somos personas con miradas recias y sobrellevando a cuestas alguna derrota, que son consciente que al final de la jornada, el balance ha sido positivo y que albergan el miedo infudado siempre nos ha retrasado en el camino.
Confianza, lo es todo. Mirarse tranquilo, conociendo el miedo porque ya lo sufrimos y lo vencimos. No dejándonos caer por desesperanzas ya viejas y conocidas. El tiempo nos dio la razón y no nos dejamos paralizar por la abismal incertidumbre, sino que seguimos, caminos y si alguna vez caemos, nos levantaremos.
El tiempo ya nos dio la razón antes, ¿por qué no nos la ha de dar de nuevo?

1 comentario:

irene dijo...

Qué decirte, más que al leer esto me veo con una sonrisa en los labios, contenta de que brujas me haya permitido conocer gente como tú. sin que suene pomposo, sentimentalista ni cursi: me alegro mucho de tenerte entre mi familia brujeña, espero q no se nos olvide después del master!