Tu mirada, y el resto
de alma, de este naufragio,
de tanto ser,
de la sonrisa del destino.
Tu estela,
el crepitar de mis noches
en torno a tu vela,
en la historia de lo nuestro.
El infinito,
o el pie quebrado
y la imposible certeza
de no estar solo,
de la lucha como la vida.
Tu sombra, o el naufragio
hasta el infinito
en las lomas
de un gesto, de una palabra,
de una oración.
Los restos
de lo que fui,
de lo que me queda por ser
No hay comentarios:
Publicar un comentario