lunes, 11 de mayo de 2009

A propósito de Gran Torino

Violencia, prejuicios, racismos, debilidad, fuerza, y la certeza de que la justicia es ciega, y coja (tan lenta).
Nunca es tarde para cambiar, cada hombre libra su propia guerra, una amistad conlleva grandes responsabilidades.
A veces un hombre da un paso, golpea la puerta, y dice: basta ya.
A veces tras muchos años te miras al espejo y te dices: quién soy, quién fui, qué quiero ser.
La frustración, la desesperación, la lucha, el perdón. La serenidad, la incomprensión.
La violencia que arrastra violencia.
La certeza de que la justicia es tenue, pero hay diez justos en Sodoma, aunque encontrarlos tardes. Merece la pena la búsqueda.

No hay comentarios: