viernes, 13 de noviembre de 2009

Lo importante es el viaje, no el destino

Lo importante no es siempre el destino, sino el viaje.

Hace tiempo que oí esta frase, que Kavafis recuerda magistralmente en Ítaca. Lo importante no siempre es llegar, sino lo que se aprende en el viaje, lo que descubrimos de nosotros mismos y de los demás, los lugares que visitamos y los dragones a los que nos enfrentamos.

Lo importante no es siempre llegar, sino llegar con experiencia, seguros de que hemos caído y nos hemos levantado, de que no somos los mismos que fuimos. Y no queremos serlo, porque hemos cambiado.

Hace poco he empezado a ver una nueva serie. Se llama Defying gravity, y antes de que se asuste el personal, pido que se termine de leer esto antes de quemarme en la hoguera del frikismo.

Sí, es friki, pero hay que ver más allá. Se trata de una tripulación de 8 astronautas que ha sido seleccionado entre muchos más para una misión de 6 años por el sistema solar. Debe ser más allá del 2040, o así. La historia transcurre muy lentamente en la misión y en cada capítulo, más de la mitad trata sobre el proceso de selección, y por ende, el pasado de los personajes.

Hay quien la critica por ser lenta, pero yo creo que lo interesante es ver los miedos y dudas de los personajes, y como, tras la mayor apariencia de seguridad, hay inseguridad, como cada uno lleva sus cruces y su propia búsqueda personal.

De lo mejor, las reflexiones finales, voz en off. Y la certeza de que en esta serie, lo importante no es el destino, sino el viaje, como en tantas cosas en la vida.

Porque, si no te conoces a ti mismo, si no te has probado, si no has dudado, fracasado, triunfado, ¿qué habrás aprendido? ¿de qué habrá servido el viaje?

2 comentarios:

Jaime dijo...

Sólo viaja de verdad el que desconoce a dónde va



proverbio chino

Anónimo dijo...

Y si encima viajas a dedo anda a saber a dónde vas a parar. :)