Me gusta la noche,
su silencio, su calma.
Las almas errantes
que deambulan por sus calles.
Los gritos, la melancolía.
Me gustan las historias
de los amantes,
de los perdidos
tras cada muralla;
soledades eternas
vidas que se cruzan.
Me gusta la desnudez
de la noche y su eternidad
implacabla de luces
que no cesan;
duermevela desesperada
del que añora el perdón.
Esa noche,
alegoría del tiempo,
ladrona de vidas
nacidas, arrancadas, temidas
entre la oscuridad
de estas calles.
Me gusta la noche,
su libertad,
su certeza,
¿su realidad?
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