Las miradas expectantes,
las almas errantes,
y mi cabeza asintiendo
en el silencio de su recital.
La poesía
como lo poco que queda de mí.
La poesía
como la búsqueda constante,
como el eterno retorno,
como mi vida.
La poesía
como ausente, vacío reciente,
como el viajero que por fin
regresa a estas páginas,
a mi vida.
La poesía
como alternativa
al balazo en la cabeza,
como arma
para renegar de la cordura.
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