EL NUEVO
Viene contento
el nuevo
La sonrisa juntándole los labios
El lapizfáber virgen y agresivo
El duro traje azul
de los domingos.
Decente,
un muchachito.
Cada vez que se sienta
piensa en las rodilleras
Murmura si señor,
se olvida
de sí mismo.
Agacha la cabeza
escribe sin borrones
Escribe, escribe
hasta
las siete menos cinco.
Solo entonces
suspira
y es un lindo suspiro
de modorra feliz
de cansancio tranquilo.
Claro
uno ya lo sabe
se agacha demasiado
Dentro de veinte años
quizá
de veinticinco
No podrá enderezarse,
ni será
el mismo
Tendrá unos pantalones
mugrientos y cilíndricos
Y un dolor en la espalda
siempre en su sitio.
No dirá
si señor,
dirá viejo podrido
Rezará palabrotas
despacito
Y dos veces al año
pensará
convencido
sin creer su nostalgia
ni culpar al destino
Que todo
todo ha sido
demasiado
sencillo.
(Mario Benedetti)
1 comentario:
Jajajaja, creí q era tuyo. Y mientras lo leía te iba a decir q qué bien y si te habías propuesto remedar al Benedetti de "poemas de la oficina". Me encanta lo del dolor de espalda quietecito y firme en su sitio.
Saludos, man
Publicar un comentario